viernes, 11 de noviembre de 2011
217.- Lavadero en Baio (Vimianzo - La Coruña)
217.1.- Lavadero en Baio (Vimianzo - La Coruña).
Tengo dos lugares predilectos para pasar la noche del primer día cuando viajo a Asturias por trabajo y el destino esta cerca del eje de la A-66 (Campomanes-Mieres del Camino-Gijón. Uno es el polígono comercial de Silvota, al norte de Oviedo. Está un poco por encima de mis posibilidades o, si se prefiere, de lo que considero razonable en cuanto a precio. Pero al día siguiente, mientras saqueo el buffet del desayuno y arramblo con cuanta bolsita de leche condensada encuentro para esconderlas en los bolsillos (madre, como si el hotel no se resignase a que abundasen los clientes piratas), y acabo con las existencias de churros congelados, se me quitan todas las reticencias. El otro lugar es el Hotel Cardeo, situado en una aldea a 2 kilómetros al norte de Mieres. Cuesta llegar, por más que esté anunciado el lugar desde Pola de Lena, nada más bajar del tobogán que es la A-66 en la vertiente norte de los Picos de Europa. El hotel, baratito y muy apañado, está dentro del pueblecito, y justo en su entrada, al otro lado del camino de acceso, hay un lavadero antiguo, donde el agua corre, cual si se tratase de una fuente y no de un lugar donde antes se lavaba la ropa. Imagino que está alimentado por algún manantial que surge en alguna grieta de la montaña. El elemento tiene ahora un fin meramente decorativo, aunque ningún cartel avise de lo que se trata. Podrá parecer un ingenio de los tiempos de la prehistoria o, más bien, de los tiempos anteriores a la energía eléctrica, que nos trajeron como colofón la lavadora y el lavavajillas, pero lo cierto es que yo he visto usarlos en pueblos remotos. Quizá en la última década ha habido un último esfuerzo por llevar luz, agua y saneamiento a todos los lugares de España, pero es seguro que el lavadero es un elemento de antes de ayer mismo, que usaron muchas mujeres de la generación de nuestros padres en ámbitos rurales del noroeste de la Península, es decir, Asturias y Galicia. No se de otros lugares donde los haya ahora o los hubiera. Los de Asturias parecen haberse ganado el derecho a sobrevivir y empiezan a ser restaurados y tratados como patrimonio cultural, a mi modo de ver con acierto. Los de Galicia, más ne precario, empiezan ahora a ganarse el cielo. Vi un conjunto etnológico precioso que incluía lavadero en las afueras de Orense, en Valdorregueiro, que me dejó tranquilo al respecto, y que anda retratado en algún lugar de este mismo blog. Este lavadero de baio pienso que estaba en perfecto estado cuanto lo fotografié por el simple hecho de que su uso era muy reciente en el tiempo. En estas cosas el uso más que desgaste asegura la conservación.
217.2.- Lavadero en Baio (Vimianzo - La Coruña).
No deja de ser un elemento rudimentario. Un tejadillo a dos aguas resguarda un pequeñísimo espacio de terreno, donde las mujeres han de lavar en la tabla de piedra ondulada de rodillas. A resguardo para poder hacerlo en invierno. No tengo claro las garantías de salubridad. El agua estancada en la pila y el terreno que seguramente se verá mojada por las salpicaduras de agua. La presencia cercana del río. La postura incómoda. Seguramente es un paso adelante respecto a lavar en la orilla del río, que discurre a escasos metros del lavadero, donde los mosquitos proliferan en verano y el agua fría invita poco a acercarse a la orilla el resto del año. Trabajo humillante, sin duda. En muchas casas, por ejemplo la mía, sigue habiendo un fregadero en la terraza de la cocina con un lavadero de loza. Cuando yo tenía muy pocos años había una persona dedicada en exclusiva a esta tarea. Dicen que las máquinas acabarán por dejarnos sin trabajo. En realidad hace mucho que lo hicieron.
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