domingo, 24 de junio de 2012
293.- Casa de Fieras del Parque del Retiro (Madrid)
293.1.- Estatua a la Diosa Hera (Parque del Retiro - Madrid).
La estatua de la Diosa Hera está situada junto a la entrada al recinto de la Casa de Fieras del Retiro. Era inevitable que esta diosa tuviera alguna escultura en Madrid, siendo protagonista según la mitología griega de la creación del tiro de la carroza de La Cibeles. Todas las historias que se narran en esta mitología tienen como motor las infidelidades de Zeus a su hermana y esposa, Hera. Escuchar como consigue Zeus burlar la resistencia de las muchachas o los jóvenes que desea es la mitad de la diversión. La otra la forma en que Hera se las hace pagar a las pobres víctimas. En la representación escultórica del Retiro aparece con sus símbolos característicos, una granada en la mano y un pavo descabezado enroscado en su pierna. Puede que la escultura no sea de gran valor o calidad pero, al igual que pasa con la de Hércules vista en la entrada anterior, el rincón vegetal en el que se inserta crea un marco de gran belleza para la imagen. En este caso se trata de un seto vivo moldeado con tijeras de podar, un doble círculo en cuyo interior se sitúa la diosa, con un pino piñonero a modo de telón de fondo. La inclinación del árbol es preocupante, por lo que es sostenido por dos pértigas que impiden que caiga. Por ahora. El edificio de atrás del todo pertenece a la Casa de Fieras, y fui a visitarlo porque el ayuntamiento iba a ejecutar unas obras para convertirlo en biblioteca, dándole un uso a una construcción que llevaba tiempo vacía, sin función alguna.
293.2.- Estatua a la Diosa Hera (Parque del Retiro - Madrid).
No sabía que los personajes mitológicos se representaban con objetos simbólicos para identificarlos. Es lógico. Es lo que se hace con los santos en la pintura y la escultura. Un águila junto a su figura, por ejemplo, identifica a San Juan Evangelista. Sin la granada y el pavo sin cabeza podría ser una jovencita sonriente cualquiera. Es curioso lo dulce que parece Hera cuando sabemos que ha sido el mayor bicho de la Historia de la Literatura. Las adolescentes terribles, siempre caprichosas, vengativas con quienes creen que los agravian. La verdad es que esta imagen me cuadra más que la que tenía en mente al leer sus proezas. Siempre la había imaginado como toda una señora defendiendo su hogar, lo que se imagina que lo forma, una especie de Scarlet O'Hara. Hera lleva la ropa muy ajustada. El vuelo de su túnica lo riza el viento descubriendo sus piernas hasta sus rodillas. Va descalza. Podría bajar del pedestal y ponerse a caminar por la hierba. La veríamos tan hermosa y joven, con sus cabellos rizados, sonriente y soñadora, y algún desavisado, el más valiente, se acercaría a tratar de entablar relación y sufrir sus iras. porque este tipo de mujer al final siempre desfoga sus frustraciones en los demás, el enejo que le supone la diferencia que hay entre lo mucho de lo que disfruta y lo infinito que cree que se merece. Según parece la estatua fue esculpida en 1750. Está en su actual emplazamiento en el Retiro desde 2006, donde se colocó procedente de los jardines de Cecilio Rodríguez en sustitución de otra escultura, la de un efebo, que desapareció una noche misteriosamente. El árbol tras la diosa muestra síntomas de su enfermedad. Tiene una herida en la madera y lo que parecen síntomas de una pudrición supurante. Tiene los días contados, pero aun conserva belleza en su decadencia. La juventud de la belleza la aporta la diosa Hera, doblemente inmortal, por un lado por ser de piedra caliza y no de carne y hueso, y por otro por ser deidad del Olimpo.
293.3.- Casa de Fieras (Parque del Retiro - Madrid).
la Casa de Fieras es uno de los grandes mitos de mi primera infancia. Cuando yo era muy niño no existía un zoológico en Madrid. Había algo que llamaban Casa de Fieras en el Retiro, de la que me hablaban mis padres, en la que se supone que había estado siendo muy chico, y que siempre estaba cerrado. En realidad si visitas las instalaciones entiendes que aquello tenía que ser clausurado. Aun suponiendo la mejor intención en quienes lo dirigían y cuidaban para con los animales, las condiciones en las que estos vivían no podían ser buenas. Me costó encontrar un encuadre decente del edificio. Y era imperativo. La diosa Hera no estaba en el plan de trabajo pero este edificio sí. tenía que fotografiarlo para incluirlo en mi informe. Me gusta de esta imagen su tremenda profundidad de campo. Al verla me siento como Robert Rossen cuando lograba esos encuadres prodigiosos en sus películas, con planos y más planos de acción superpuestos unos detrás de otros, haciendo más claro el espacio tridimensional en el que nos desenvolvemos, aunque la pantalla del cine sea realmente plana. El árbol de la esquina, junto a la entrada, es una sequoia, una reliquia viva.
293.4.- Casa de Fieras (Parque del Retiro - Madrid).
Los únicos animales que se exhiben hoy en día son los que pueblan este estanque, patos y pavos. Pero en otros tiempos hubo osos y grandes felinos. Tengo un vago recuerdo de la existencia de una jaula con tigres, peor lo mismo es una invención de mi memoria. Quien primero tuvo la idea de crear un parque zoológico en los terrenos del Retiro fue Carlos III. Al Museo de Ciencias Naturales y el Real Observatorio Astronómico se sumaba un recinto con animales en lo que ahora es la Cuesta de Moyano. En el siglo XVIII se trasladó el recinto con animales a la zona más cercana a la Puerta de Alcalá. Tras la Guerra de Independencia, durante la cual el ejercito de napoleón arrasó el parque, árboles incluidos, Fernando VII mando trasladar la casa de fieras a su último emplazamiento, donde estuvo abierto hasta 1972.
293.5.- Casa de Fieras (Parque del Retiro - Madrid).
Parece ser una pajarera o una jaula para animales pequeños. Delante de la misma hay un Ficus benjamina, o al menos eso es lo que a mi me parece. tampoco es que el zoológico nuevo de la Casa de Campo me entusiasme. Lo he visitado una vez y me produjo más tristeza que otra cosa. Los animales según mi experiencia, no han nacido para ser observados, menos aun exhibidos. Pero tampoco quiero hacer una cruzada de eso. Quizás cueste verlo al primer vistazo, pero hay un duende encaramado en lo alto de la caseta de piedra, sentado en el borde y tocando la flauta. Traté de fotografiarlo de cara pero la luz venía de enfrente y las imágenes resultantes no eran buenas. El color verde-azulado muy claro creo que en parte es un efecto de la luz que incide de lleno en la estatua.
293.6.- Kiosko del Paseo de Coches (Parque del Retiro - Madrid).
Que levante la mano quien no haya paseado por el Retiro con alguna novia. Poco dinero y muchas ganas de estar juntos. Y a veces son tantas las horas que se acaban los argumentos para distraer las horas. Mi noviazgo con Victoria fue un noviazgo en la calle, de paseos interminables. Oficialmente duró tres meses. El tiempo que medió entre el reconocernos como una pareja y el momento en que ella se dio cuenta que aquello no iba a ninguna parte. Mi padre murió un 28 de agosto y ella me dijo que quería romper muy pocos días después, cuando septiembre se cernía ya sobre el calendario. Así que fue un noviazgo de verano, con plena luz. Acudir al funeral de mi padre le debió parecer demasiada realidad para ignorarla. Llevábamos dos años jugando a querernos, viviendo a espaldas del mundo, paseando por la ciudad como si fuera nuestra, como si el futuro aguardase en el cruce con alguna bocacalle. Creo que hizo bien. El instinto la hizo salvarse en el último momento. Dios sabe que tras los años transcurridos sigo en el mismo sitio que entonces. A ella la acabo de ver hace un momento. Nos hemos cruzado aquí cerca, en la acera sombreada por los plátanos, y hemos fingido no vernos. Llevaba a una niña de la mano. Imagino que era su hija. La quise mucho, esa es mi disculpa. Y supongo que todo ese amor sobrevive en alguna parte, que ilumina algún trecho de cielo en esos momentos de la madrugada en que noche es lo único que se interpone entre el olvido y el alba.
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