miércoles, 4 de julio de 2012

296.- Etapa 16 del CN del Guadiana. Mirador de Los Almendros (Villarta de los Montes - Badajoz)



296.1.- Etapa 16 del CN del Guadiana. Mirador de Los Almendros (Villarta de los Montes - Badajoz).

El mirador se sitúa justo en el borde de la masa de pinar de piñonero, cuando ésta se ve sustituida por un encinar más o menos aclarado según las zonas, por la intensidad de la explotación ganadera del suelo. En una curva del camino más o menos despejada de arbolado, llana y amplia para habilitar una pequeña zona de descanso y de estacionamiento de vehículos, aunque ya sabemos que el camino natural se haya de recorrer a pie, en bici o en caballo. Otras rutas de la red de caminos naturales han instalado bolardos y vallados para impedir el paso de vehículos. En el caso del CN del Guadiana veo esta opción más complicada ya que aprovecha pistas forestales y caminos de servicio de canales y embalses que me cuesta pensar que se veten al tráfico. Pero todo podría ser en un futuro. El mirador aprovecha el desnivel de la ladera de la Sierra de los Bueyes para ofrecer vistas del valle del Guadiana y de las montañas situadas en la otra ladera. El río discurre lejano, pero tras pasar el Estrecho de las Hoces experimenta un ensanchamiento en su cauce producto de la proximidad del Pantano de Cíjara que lo hace más visible. Podemos ver tramos de la cola del embalse si dirigimos la mirada en tres direcciones distintas. El paraje donde se ubica se denomina los almendros, aunque el mirador en si no tiene denominación. Al menos ningún cartel rebela su nombre verdadero.



296.2.- Etapa 16 del CN del Guadiana. Vista del Guadiana desde el Mirador de Los Almendros (Villarta de los Montes - Badajoz).

Las montañas que flanquean el Guadiana son ásperas sierras donde crece la encina allá donde puede y la jara domina en muchas zonas. La jara extremeña que también cubre de nieve de flores otras sierras pacenses y cacereñas. Desde donde estoy puede verse el siguiente tramo de camino, aun con pinos en su borde, pero solo mirando atrás, hacia lo ya recorrido (en mi caso lo aun por recorrer ya que recorrí el camino al revés), pueden verse masas extensas de pinar. El río es solo un triangulo coloreado de azul en la lejanía, una tesela del paisaje que reconozco como cauce porque voy sobre aviso. Paisaje tan agreste como solitario, falto de componentes que delaten la presencia humana. Ni una construcción ni una carretera. Siquiera un tendido eléctrico. Tan solo el camino forestal que sigue el camino natural y es la única ruta posible para bajar hasta el embalse.



296.3.- Etapa 16 del CN del Guadiana. Vista del Guadiana desde el Mirador de Los Almendros (Villarta de los Montes - Badajoz).

Otro trocito de río que le robamos a la distancia. Esa explanada pelada, sin apenas árboles pero de tonalidad uniforme, justo en la dirección donde está el río, es una zona de pastos. La hierba hace tiempo que se agosto y ahora tan solo queda el polvo pardo claro que dejó al marchitarse. Con las lluvias de otoño volverá a brotar el verde claro en el paisaje. No es la época adecuada quizá para recorrer el camino, pero todo tiene su recompensa seguramente. Ni lluvia ni excesivo calor y cierta tranquilidad en el ambiente. Siquiera vacas o ovejas me acompañan en este viaje. Aunque algunas veré en próximos días. Del otro lado del río hay dos pequeñas mesetas que también parecen majadas de pastos, explotaciones ganaderas con actividad seguramente en otros momentos del año. Ahora la tierra está dormida esperando la llegada de las lluvias para despertarse. Dos sombras sobre la ladera de enfrente parecen querer hacer la promesa de su pronta llegada.



296.4.- Etapa 16 del CN del Guadiana. Vista del Guadiana desde el Mirador de Los Almendros (Villarta de los Montes - Badajoz).

Detrás de las montañas de la derecha está el Estrecho de las Hoces. En esa dirección queda Ciudad Real y La Mancha. El tramo de río visible hacia el este es más angosto que el que se ve en las otras dos direcciones. Acaba de cruzar las montañas, de atravesarlas, y ahora ha de discurrir entre ellas. Aunque en poco acabará venciéndolas, ensanchando su vientre en el Embalse de Cíjara, haciéndolas retroceder con el empuje de su orilla. En esta dirección las masas de pinar son más compactas. La inclinación de la ladera permite el arraigo del arbolado pero al tiempo es la suficiente como para dificultar el pastoreo. En la cumbre, en la esquina de la derecha, se aprecia el verde más claro de los pinos.

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