miércoles, 27 de octubre de 2010
61.- Panera en la localidad de Lagar (Asturias)
61.- Panera en la localidad de Lagar (Asturias)
¿Que se puede comentar acerca de esta fotografía? En primer lugar, que la construcción que puede verse es una panera, elemento típico de Asturias, que con los años adquiere un mayor valor patrimonial. Su función es muy similar a la de los hórreos, elementos característicos también de Asturias y muy abundantes en Galicia. Se trata de despensas situadas fuera de las casas, donde se guarda el grano, comestibles y otras materias primas alimentarias, por ejemplo, mazorcas de maís. Están elevedas sobre el suelo para tratar de hacerlas inaccesibles a los pequeños animales, en especial los roedores. Las paneras suelen descansar sobre muchos pilares, denominados pegollos, mientras que los hórreos lo normal es que se eleven sobre cuatro. La distinción estricta, sin embargo, entre hórreo y panera no es el número de pegollos, sino la forma del tejado. Los hórreos tienen tejados a cuatro aguas, que se unen en el punto superior, mientras que las paneras tienen tejado con caballete. Otra distinción es que las paneras tienen planta cuadrada mientras que la de los hórreos, más pequeños de tamaño, la tienen rectangular. Su valor no deriva tanto de la calidad estética, ya que lo habitual es que carezcan de adornos y elementos decorativos, primando estrictamente su funcionalidad a la hora de construirlos, al menos los antiguos, sino el ser vestigios de como vivían la gente en el pasado.
En los pueblos de Asturias pueden verse muchas paneras en el ámbito rural. Incluso en las ciudades. Muchos de estos elementos son modernos, y se sitúan en jardines como elemento estrictamente decorativo y para concederles un sabor local a los recintos de las casas. A los antiguos, si están bien conservados, se les adjudica un gran valor patrimonial, y hasta pueden ser causa de una variación en el trazado de una carretera u otra infraestructura lineal, u obligar a su traslado a un nuevo emplazamiento si no existe otra opción para garantizar su preservación.
Otra cosa que se puede decir es que a veces son utilizados para muy peregrinos cometidos. En el caso que nos ocupa como garaje. Se puede añadir que mientras el coche rojo estaba a resguardo yo me veía a merced de la lluvia que, como puede apreciarse en la imagen, traía unos gotones de cuidado. También es cierto que el principal culpable fui yo con mi manía de dejarme el paraguas del coche. Cuando tome la imagen, que repetí para evitar sopresas desagradables en casa a la hora de evaluar el trabajo, corrí de vuelta al vehículo. Asturias bajo la lluvia es una imagen bastante más creíble.
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