miércoles, 27 de octubre de 2010
62.- Paseo flanqueado por plátanos en el Campo del Moro (Madrid)
62.1.- Parque del Campo del Moro (Madrid)
Dicen que a Robert Redford le preguntaron una vez que cual era su ciudad preferida, y el contestó: "Otoño en Madrid, Nueva York el resto del año". Tal vez sea una anécdota falsa, pero lo cierto es que Madrid, a pesar del frío, es ahora cuando se muestra más hermosa. El Parque del Campo del Moro es un secreto que os rebelo y que espero que sepais apreciarlo. Sin contar con árboles verdaderamente sobresalientes, como si puede presumir El Retiro o el entorno del Museo del Prado, es probablemente el parque mejor cuidado de España. Y esto es así simplemente por pertenecer a Patrimonio Nacional, que lo cuida con verdadero mimo, con tratamientos específicos para cada ejemplar de arbolado.
La obsesión de Madrid por el arbolado es emocionante. Ninguna ciudad de España cuenta con tantas plantaciones lineales en sus aceras. Es habitual que las fachadas de los edificios más destacados, por ejemplo, la sede central del Banco de España en la Plaza de la Cibeles, queden ocultos por una cortina de vegetación. De hecho es una de las ciudades más arboladas de Europa. Oí decir que la segunda tras otra que creo recordar que era Praga. Plátanos, acacias de tres púas, robinias, sóforas, cedros , ciruelos de Pissard y chopos, esas son las especies más comunes. La curación de los primeros por causas que desconezco es una gran noticia para la ciudad, por que plantaron ejemplares de esta especie durante años, casi décadas, por decenas de miles seguramente.
Otoño en Madrid en el Campo del Moro, en el Parterre del Retiro, en el Parque de Berlín, en el Parque de El Capricho de la Alameda de Osuna, el la Fuente del Berro, en la Ribera del Manzanares a su paso por Villaverde, en la Dehesa de la Villa, en la Casa de campo, en tantos y tantos rincones.
62.2.- Paseo flanqueado por plátanos en el Campo del Moro (Madrid)
De los innumerables parques que existen en Madrid quizás sea este el menos conocido. Se sitúa dentro del Recinto del Palacio Real, en la ladera que desde la fachada trasera del edificio se dirige al Río Manzanares. El nombre del paraje se debe a uno de los asedios que el antiguo alcázar sufrió a manos de los musulmanes que trataban de recuperar la fortaleza. Allí montaron sus tiendas, dice la leyenda, mientras esperaban que la plaza cayera como fruta madura.
El otoño está pensado para caminar sobre la hojarasca, arrastrando los pies para levantarla. Ay, esa obsesión por barrerla de todas partes, de privarnos de contemplarla miestras desdibujan los senderos. Otoño en Madrid. También el resto del año. Momento: 18 de noviembre de 2009.
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