sábado, 9 de julio de 2011

149.- Entre Herguijuela de Ciudad Rodrigo y Robleda (Salamanca)



149.1.- Cerdos en montanera en el entorno de Herguijuela de Ciudad Rodrigo (Salamanca).

Amago de dehesa. Al fondo, en la cima de la pendiente, pueden verse algunas encinas. El del fondo, el más grande, parece que me observa para tantear mis intenciones. Los demás o pasan de mí o se me acercan pensando quizás que les traigo pienso. Llevan una argolla en el hocico. Lo cierto es que los cerdos no estabulados, no se si llamarlos salvajes, y los jabalís, tienen un hocico durísimo, que les gusta usar para escarbar, pudiendo causar estragos en los campos. De ahí que se los anille. Si lo haces te jodes también a tí, sería esa impagable lección que el hombre da al animal cuando trata de que no haga algo, es este caso a uno del que le extrae un provecho infinito. Las vayas electrificadas irían en esta línea. Mi abuelos maternos eran de Salamanca y les gustaba la Peña de Francia y la Sierra de Gata. Tengo constancia de que el jamón de bellota salmantino es una delicia por aquellos que llegaban a casa como regalo. Ah, y el lomo blanco, el caviar de los embutidos.



149.2.- Laguna en el entorno de Sahugo (Salamanca).

Tenía que fotografiar tres lagunas en torno a Sahugo donde se iban a ubicar carteles informativos. No recuerdo si eran del tipo identificativo: "Está usted junto a la laguna tal", o del tipo interpretativo: "En estas aguas veranea el pato mengano". Pero lo cierto es que me obligo a transitar por caminos de tercera. Siempre se asume riesgo. Más si el día amenaza lluvia. Y lo cierto es que no se que cielo da más miedo en la imagen, si el que está arriba o el dibujado en el agua. He hecho un experimento con un resultado sorprendente: He invertido la imagen en la pantalla del PC y lo que antes era laguna se ha convertido en un suelo y cielo muy convincentes, y viceversa. La pérdida de nitidez arriba por el mínimo rizado de la superficie del agua es muy escasa, por lo que el cielo aparezca un tanto borroso puede achacarse sin causar excesivas bajas a la torpeza del fotógrafo o a la escasa calidad de la cámara. Esto de los paisajes reflejados en ríos y lagos se está empezando a convertir en un subgénero dentro del blog.



149.3.- Río Mayas a la altura de la Carretera CL-526 Sahugo-Robleda (Salamanca).

La corriente del Río Mayas, afluente del Río Águeda, y cuya confluencia se produce cerca de la anterior entrada, tiene frecuentes crecidas, y no es raro que el puente de la carretera que une Sahugo con Robleda se vea superado, y el agua rebose por encima de la calzada. Veo en el lecho del río gran cantidad de piedras, a modo de canchales. Se trata de piedra de bordes no redondeados, lo que invita a pensar que hayan sido depositadas por el hombre, tal vez para proteger el lecho ante las crecidas. El arbolado parecen ser chopos y fresnos. Destaca la presencia de ranúnculos de agua (Ranunculus aquatilis) en la orilla izquierda, flor acuática muy habitual en lagunas de Extremadura. A veces no ya en estanques, sino en prados más o menos rezumantes de agua. Su flor blanca de cinco pétalos, no demasiado grande, flota sobre la superficie del agua o sobresale ligeramente, embelleciendo el lugar donde se la encuentre. No se si considerar su presencia aquí, en Salamanca, como un carácter de frontera, uno de esos elementos característicos de ambos lados de una frontera política, dada la cercanía de Cáceres. De hecho está considerada como un endemismo cacereño.

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