viernes, 2 de diciembre de 2011
228.- Valle del río Iregua desde la Sierra de Cameros (La Rioja)
228.1.- Valle del Río Iregua desde la Sierra de Cameros (La Rioja).
Este blog, que empezó siendo un hilo en un foro de fútbol, tenía como objetivo rescatar y dar a conocer algunas pocas fotografías notables, solo las más selectas, de entre las miles que he realizado en viajes de trabajo. Es que jamás se me ocurrió que fuera a llegar a las 200 y pico entradas. Revisaba la colección correspondiente a un trabajo, y si había alguna que llamara poderosamente la atención, le escribía un pie de foto, escueto, que no distrajese la atención de lo que se veía en la imagen, tal vez en todo caso lograse subrayarlo, y la colgaba en el hilo. Después de dos años la idea inicial se ha transformado tanto que en algunos aspectos es casi la contraria. Ahora, lo reconozco, los textos son tan importantes como las imágenes, o eso quisiera yo pensar. Lo se, a veces caminan de forma desacompasada, con ritmos de zancada que no casan, por trayectorias divergentes. Muestro y digo cosas que no comparten una idea común, un contexto. A veces la fotografía, comentarla, es solo una excusa para decir lo que siento en el día que estoy editandola, mucho después del momento en que tomé la foto. Solo puedo decir que dejó de haber reglas hace muchas entradas. Ni yo mismo se de que voy a escribir. Unas veces es pertinente, ilustra aspectos del viaje o del lugar que se muestra. Otras simplemente divago.
Pero supongo que esto ya lo debo haber explicado en otro momento. Lo que si es cierto es que mirando las primeras entradas del blog veo que de aquellos primeros viajes a los presté atención desaproveché muchas fotografías muy válidas. Esa si que ha sido una constante, el haber ido reduciendo paulatinamente el nivel de exigencia en cuanto a lo que merece incluirse. Miro el reportaje que hice para el trabajo relacionado con la Presa de Terroba y compruebo la gran cantidad de imágenes que merecen ser rescatadas. Eso es lo que haré en próximas entregas, ampliar la colección de fotografías de los primeros viajes atendidos. Lo haré trasladando las primeras entradas al final, porque me gusta que los viajes estén en entradas correlativas. Se crearán huecos que aprovecharé para ampliar los reportajes fotográficos de los comienzos. Lo haré de vez en cuando, sin método, según caprichos los del momento o según sople el viento de mi estado de ánimo. Me llevará tiempo remozar lo antiguo pero, ¿qué otra cosa útil tengo que hacer? Ninguna. esta idea la tenía hace tiempo y la acometo ahora porque necesito tener la mente ocupada. El presente me devora por los pies y ya acerca sus fauces, sus carnívoras mandíbulas, a mi cabeza.
En su momento pensé escribir un texto en verso de esta imagen, quizá la mejor del blog, pero desistí porque nada quedaba a la altura. Esto fue lo que al final redacté para el hilo del foro: "2.- El valle del Iregua parecía un gran tazón de niebla. Salir de la niebla subiendo la Sierra de Cameros (La Rioja) y al salir de ella encontrarte a tu espalda con esto. Fecha: 15 de enero de 2007. Sensaciones: Un mundo que no tener que compartir con nadie. Delante otro tazón de niebla, el Valle del Río Leza, mi destino en aquel viaje. Si Brigadoom existe será entre estas montañas". Esta entrada 228.1 con el texto entrecomillado fue en su momento la entrada 2, la que en realidad fue el germen de todo esto, su semilla. Feliz mañana de viernes a todos. Para los que leáis esto cualquier otro día, pues que se os de bien, el mío ha amanecido oculto bajo una espesa capa de niebla.
228.2.- Valle del Río Leza desde la Sierra de Cameros (La Rioja).
Esta es la imagen que descarté en su día al elegir la anterior. Si que la incluí en el reportaje fotográfico de mi informe. Capté ambas imágenes en el viaje de vuelta, mostrando ésta la zona donde había estado trabajando toda la mañana y parte de la tarde, cubierta de una espesa capa de niebla. Quienes conozcan el Parque Natural de las Cañadas del Teide tendrán fotografías parecidas. Son los dos únicos sitios en que me he posicionado por encima de la niebla. La niebla adormece los sentidos, procura un estado de somnoliencia mental. Es como si la realidad tuviera las paredes acolchadas, como la celda de un manicomio. Todo es posible allá donde la niebla oculta el mundo. Como si se tratase de la singularidad cuántica contenida en el núcleo de un agujero negro, todo puede surgir de ella, un unicornio blanco, un pueblo entero, los recuerdos que creíamos borrados o soterrados al fondo de la memoria. Descarté esta imagen para el blog porque el tendido eléctrico lo visualizaban mis ojos como un chirrido o una rayadura en la impoluta carrocería del encuadre. Verlo ahí, sajando la nube blanca, era como arañar la superficie de una pizarra con las uñas convenientemente largas. Ahí abajo estuve y es sorprendente que lograse volver de ese abismo. Como Gandalf, El Gris, aquel día caí a las profundidades ocultas y a la vuelta me había convertido en otro distinto, en Rokko69, El Blanco. Aunque la transformación no se verificase hasta tres años después y se concretase con un RM detrás de mi nick cuando ingresé en Twitter. Nada encontré bajo la niebla. No hubo revelaciones. Nunca las hay. Pero todo lo que te toca te transforma. Y lo que logra envolverte alguna vez, percola en tu interior y ya queda para siempre en parte dentro de tí. No hay despedidas completas, definitivas, y es por eso que no pienso decirte adiós, aunque tal vez fuera lo más conveniente. De pie sobre el espinazo de la montaña, veo los días que estuve contigo, a mis espaldas, como un valle bajo la niebla en el que una vez estuve. Delante queda el futuro, tan irreal y ajeno a lo que mis ojos pueden como aquellas madrugadas que lo fueron en tu compañía.
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