lunes, 24 de octubre de 2011

204.- Etapa 12 del CN del Guadiana. Puente de las Ovejas (Corral de Calatrava - Ciudad Real)



204.1.- Etapa 12 del CN del Guadiana. Puente de las Ovejas (Corral de Calatrava - Ciudad Real).

Si en vez de discurrir por la Cañada Real Soriana hacia Pozuelos de Calatrava se toma el sentido contrario, nada más iniciar la etapa 12 del Camino Natural del Guadiana, que discurre en su arranque por esta cía pecuaria, se llega al Puente de las Ovejas. Restaurado recientemente, se ha aprovechado como pasarela peatonal para el cruce del río Guadiana. En una zona de remanso, que parece una charca verde que es el paraíso de las ranas y los lucios. Uno  se revolvió en las aguas fangosas al notar mi presencia. Se trata de uno de los dos puntos de mayor interés de esta etapa que discurre entre Pozuelos de Calatrava y Luciana. Uno en cada extremo. El primero en la testa, llegar y besar el santo, y el segundo haciéndose de rogar hasta el final

El Puente de las Ovejas es un antiguo contadero de ganado de origen romano. Está formado por tres puentes, uno a continuación del otro sobre un mismo camino. El primero corto y pequeño, de un solo ojo y salva un pequeño barranco. El segundo, construido sobre tres arcos pequeños, muy juntos, con el central algo mayor, salva un arroyo de mayor anchura. El tercero es el más importante, discurre sobre el Guadiana, y es el que da nombre a todos. Tiene res grandes ojos y uno pequeño inicial. Estos dibujan óvalos sobre la superficie de las aguas del río, con forma arriñonada.



204.2.- Etapa 12 del CN del Guadiana. Puente de las Ovejas (Corral de Calatrava - Ciudad Real).

Me costo acceder al entorno del puente. Menos de 50 metros en los que en un terreno sin camino, pedregoso e irregular, aunque a duras penas transitable, hube de salvar con el coche un estrecho puente, en el que casi tuve que abatir los retrovisores y cuyo tablero no me ofrecía todas las garantías de irme a dejar atascado en su centro. La experiencia me dice que cuando un camino empieza a desdibujarse, a a poblarse de vegetación, es porque efectivamente se está acabando. Pero tenía a no demasiados metros el tramo principal del Puente de las Ovejas y eso me hacia pensar que la situación iba a recomponerse. Tras cruzar el puente angosto la cosa empeoró, así que pare el coche y salí a inspeccionar el trayecto por delante. Podía llegar hasta el arranque del Puente, pero unos pilotes de madrea en su inicio impedían cruzarlo. Además, su ancho era insuficiente. Aquello era una pasarela peatonal, restaurada solo en su tablero, con bancos a ambos extremos y abundantes paneles interpretativos. El área del otro extremo está bajo la protección de un fresno de proporciones notables. pero la cuestión era ahora que no podía cruzar por allí. Tenía que retomar la tapa en otro lugar más adelante. Al final debí tomar la decisión de recorrer la etapa desde el otro extremo, desandarla en vez de recorrerla, por así decir, y llegar hasta Luciana, su meta, me obligó a transitar por unos 50 kilómetros de carreteras secundarias.



204.3.- Etapa 12 del CN del Guadiana. Río Guadiana al paso por el Puente de las Ovejas (Corral de Calatrava - Ciudad Real).

Nada parece moverse. El agua en el cauce, que se detiene definitivamente tras pasar el puente y se convierte en una charca donde los lucios caminan sobre sus panzas por el cieno del lecho. El aire bajo el cielo, abrasado por la luz del sol, que al correr de los días tatuará su sombra en mi cara. El tiempo en mi reloj, que murmura las horas de la siesta. Mi voluntad capturada por la impasibilidad de los árboles, que no tienen noticias de la brisa y dejan colgar sus ramillos inermes. Tras fotografiar ambos lados del puente, la llegada y la despedida de la corriente, que avanza de puntillas, como si no quisiese despertarme de mi letargo, trato de introducir en un encuadre razonable, que no se vea forzado, aquellos fresnos inmensos. No hay manera, se resisten a ser capturados. El agua verdosa me recuerda a la de Andalucía en las zonas olivareras, el olor que desprende a alpechín, a pulpa prensada de aceituna. Pero los olivares que he visto hasta ahora son muy escasos. El color tal vez se deba a un efecto óptico. Pero más que el color del río es su quietud lo que más me sorprende. Queda mucho trecho para el mar, aunque las montañas de la frontera con Badajoz ya van quedando cerca. ¿Cómo logra un río avanzar hacia una montaña y cruzarla? Parece un contrasentido. Pocos días después lo sabría.



204.4.- Etapa 12 del CN del Guadiana. Puente de las Ovejas (Corral de Calatrava - Ciudad Real).

Una imagen muy similar a este obtienes si buscas el puente en internet, con mejor encuadre y diría que realizada unos pasos más atrás, pero desde esta misma orilla. Se trata del tramo principal del Puente de las Ovejas visto desde el otro lado, desde aguas arriba. Aquí no hubo posibilidad de buscar un punto dentro del cauce. Bajar al río parecía arriesgado.



204.5.- Etapa 12 del CN del Guadiana. Puente de las Ovejas (Corral de Calatrava - Ciudad Real).

Evidentemente, es otro de los tramos. Cruza un barranco. O tal vez un brazo seco del río. Diría que lo primero, porque no parece tener entidad suficiente para ser un ramal del Guadiana. Pero también es verdad que discurre en paralelo a él y eso pues, para que lo vamos a negar, tampoco es muy normal. Los ríos no se andan con rodeos. La línea de máxima pendiente siempre que se puede. El caso es que le saqué una foto sin tener mucha idea de su valor porque me gustan las obras de mampostería. En cierto viaje tenía señalados como objetivos dos puentes de carretera en una calzada secundaria de una pequeña sierra, dos drenajes transversales, no recuerdo donde. Y al leer el informe me pareció excesivo. Pero lo cierto es que al verlos pensé que si tenían su belleza. Quien los construyó no tenía por principal objetivo, menos en una vía de tráfico apenas transitada, la calidad estética de la infraestructura. Pero, por alguna razón, suele ser un logro de las obras antiguas con aspiraciones supuestamente meramente funcionales. El hormigón ha robado mucha belleza a los frutos de la ingeniería. Con ese material da la sensación de que los ingenieros renuncian a ella. Hoy mismo me he enterado por el informe de unas pequeñas presas en un río de Segovia, El Cega, que el cemento fresco es neurotóxico cuando aun está fresco si entra en contacto con el agua. Ahora me cae un poco peor. No, este tramo no tiene hormigón en los arcos. Pero si en el tablero, que han restaurado en fecha próxima. Vaya por Dios.

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