viernes, 28 de octubre de 2011

209.- Etapa 12 del CN del Guadiana. Vado de Luciana en el río Bullaque (Ciudad Real).



209.1.- Etapa 12 del CN del Guadiana. Vado de Luciana en el río Bullaque (Ciudad Real).

Para acceder al pueblo de Luciana hay que cruzar el Río Bullaque mediante un vado, con unos pivotes de hormigón para que los puedan salvar los caminantes. El vado es para pensárselo mucho el cruzarlo sin vas en turismo. En 4x4 es una fiesta chapotear en el río, casi que da subidón. El caso cuando lo vi me negué a cruzarlo con mi coche. El calado seguramente llega a los bajos del Peugeot 206. Un día que me comía un bocata en el merendero que hay junto al río vi a un lugareño cruzar el vado con un Renault. La matrícula delantera iba arando la corriente, creando un surco que se abría en forma de cuña. Como Moises abriendo las aguas del Mar Rojo. Pero el caso es que el vehículo emergió en la orilla contraria cual venus esplendorosa saliendo de la concha. Más limpio que al entrar. El baño hizo mucho por su higiene. También hay que tener en cuenta que la imagen es de finales de septiembre, cuando el río lleva menos caudal. Tras las primeras lluvias de octubre ni el tipo del Renault creo que se atreviera a utilizarlo.

La sierrecita del otro lado del río es la Sierra de Villarreal y sirve de contrapeso a los dos árboles del lado derecho de la imagen, un fresno, el más frondoso, y un sauce el otro. Aunque no me juego nada. Lo acabo de escribir y ya estoy dudando. Acepto enmiendas. Parciales y a la totalidad.



209.2.- Etapa 12 del CN del Guadiana. Vado de Luciana en el río Bullaque (Ciudad Real).

Ahí tenéis lo que es un vado de verdad, una solera pavimentada para darle una zona de agarre sólida y fiable a los vehículos en una zona del río con menor calado. Aunque aquí se diría que el propio lecho del río ha sido elevado mediante la construcción de una losa, porque tras el vado hay un pequeño salto en la corriente. Parecen aguas limpias y claras. Un dato en la siguiente etapa del CN me lo confirmaría. Una vez bebí en la sierra de Madrid de un riachuelo que serpenteaba entre pinares hacia el pueblo de Peguerinos. Mi compañero de trabajo, con quien compartía jornada, me dijo que estaba loco. "Pero si acabo de ver llover este agua", le repliqué. Y era cierto, había caído un chaparrón unos minutos antes, y yo me moría de sed bajo la lluvia. Decidí tumbarme en el suelo junto al riachuelo y dar por concluido el problema. lo cierto es que su renuncia a hacer lo que yo me puso en alerta, porque el veterano en trabajos forestales era él. Ahora veo estas otras aguas, las del Guadiana a su paso por Luciana, y casi siento ganas de beber, esta vez por placer. Vale, son unas ganas retóricas. había renacuajos.

Bajo la arbolada que hay al fondo de la imagen, en el lado del río donde está Luciana, hay un área de recreo inmensa, al menos para las necesidades de la zona, con pocas poblaciones y además pequeñas. Una vez se despida de Luciana, la próxima vez que el Guadiana discurre cerca de un pueblo será en Puebla de Don Rodrigo, unos 40 kilómetros al oeste. Quise comer en este pueblo y no pude, ninguno de los bares que hay junto a la carretera tiene comedor. Al final uno de ellos se convirtió en mi proveedor oficial de bocatas. Medida que a la larga fue acertada. Además de ahorrar me facilitó el trabajo. Cada vez que llegaba la hora de comer en esos días me pillaba a un hora al menos de la civilización. Y había prisa por acabar la tarea. Siempre la hay cuando trabajas para la empresa privada.



209.3.- Etapa 12 del CN del Guadiana. Río Bullaque a la altura del vado de Luciana
(Ciudad Real).

Imagen para detenerse en ella. El río vista hacia aguas arriba. El alto que vemos al fondo, que sirve de referencia visual, es el Morro de San Antón, que ya conocemos por una entrada anterior. La vegetación de ribera no es abundante, pero eso despeja el camino a la mirada y nos concede mayor amplitud en las vistas. El agua se calma y asciende la pendiente de la losa construida en su lecho, rizándose en la superficie por efe cto de las rugosidades en el hormigón y quizá también por el viento, que se cuela entre las pequeñas sierras. La piel del río está arrugada, como si el Guadiana tuviera la piel de gallina. Por eso el reflejo aparece difuso, algo borroso. Solo las aguas quietas son buenas copistas. El vado para peatones me permite levitar sobre el agua y fotografiar la corriente. Aunque nadie dude que me habría metido en el río para obtener la foto.




209.4.- Etapa 12 del CN del Guadiana. Río Bullaque a la altura del vado de Luciana
(Ciudad Real).


Hacia el otro sentido del río el mundo se desordena. ¿Dónde están las orillas?¿Donde está el cauce? La luz se filtra de forma irregular a través de la fronda, la corriente parece embestir contra una fila de árboles que se interpone en su camino, las cañas crecen donde no es corresponde, el río muestra solo uno de sus brazos, se vuelve manco ante nuestros ojos, el agua se acelera y trota sobre los cantos rodados y las lajas del lecho.

Lo mismo que pasó cuando llegaste a mi vida, tan solo unos cuantos metros aguas arriba. Ahora mi futuro es un desorden de emociones, un meandro que me ha hecho olvidar a donde iba. No veo claro donde estoy, de donde provengo, si el presente desdice lo que antes era, si tu existencia ha reinventado mi futuro y ha labrado un surco en la tierra para que fluya incontenible como una torrentera. Seré río o la sombra, agua que asume el riesgo de la pendiente o un sumidero en el bosque para que la luz jamás encuentre la salida. Mirar tus ojos oscuros es preguntarse que será lo que mi desorden decida. Correr, bailar entre las piedras mientras la música continúe. No me crearon para la alegría, pero por por tí seré agua y no fronda, por ti continuaré hasta donde la corriente no se adivina, me perderé en la curva para reencontrarme en la vida. Ojalá que sea por tu mismo camino.

Matt Bianco - Yeh! Yeh! - Versión larga de 12"

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