sábado, 22 de octubre de 2011
203.- Etapa 11 del CN del Guadiana. Vista de Pozuelos de Calatrava desde la Cañada Real Soriana (Ciudad Real)
203.1.- Etapa 11 del CN del Guadiana. Vista de Pozuelos de Calatrava desde la Cañada Real Soriana (Ciudad Real).
El borde de la pequeña meseta es como un balcón natural con vistas a Pozuelos de Calatrava y su entorno. esta localidad, el término, se sitúa en la frontera entre las comarcas de Campos de Calatrava y Las Sierras. De las llanuras de Ciudad Real capital y Daimiel se pasa al paisaje movido, lleno de pequeñas sierras del oeste provincial. La casi total ausencia de arbolado despeja el camino al ojo, limpia la panorámica. Los dos pies de encina solitarios sirven como marco para la foto. Lo anote como un mirador natural.Abajo me esperaba el pueblo, donde ya había estado al principio de la mañana. Sopesé entonces hacer el recorrido a la inversa. Y no recuerdo por que desestimé la idea. La mayoría de las etapas del CN que me asignaron las recorrí al revés. En todo caso me alegro porque esta sorpresa final hubiera sido imposible. Estuve un buen rato dudando el encuadre. Creo que este es el mejor. Tomé unas cuantas fotos y luego reanudé la marcha colina abajo.
203.2.- Etapa 11 del CN del Guadiana. Vista de Pozuelos de Calatrava desde la Cañada Real Soriana (Ciudad Real).
No podía dejar pasar la oportunidad de intentar una secuencia de fotos para una panorámica. Y el resultado es óptimo. La colina de la izquierda es el Cerro de la Cabeza. Mirando en esa dirección puede verse, más bien intuirse por la distancia, Corral de Calatrava, el origen de la Etapa 11 del CN. Pastos, dehesas, cultivos, olivares y algún regadío. Todos los lugares comunes de La Mancha. Solo hecho a faltar los viñedos. Pero aquella parte de Ciudad Real no debe ser propicia. Intuyo que debe hacer frío en invierno.
203.3.- Etapa 11 del CN del Guadiana. Depósito de agua de Pozuelos de Calatrava (Ciudad Real).
Los depósitos de agua de los pueblos siempre se ubican en posición más elevada que la de la población que abastecen. Se llenan cuando se quiere, dentro de las opciones que haya, mediante bombeo, con consumo de energía, por lo que la noche con tarifa reducida es buen momento, y la llegada a los puntos de destino es por simple acción de la gravedad. El punto elevado puede ser una loma en mitad del pueblo, o una estructura que eleva en cuenco donde está el agua en alguna parcela del entramado urbano. Pero lo normal es que se ubica más allá de los límites de la localidad. En el caso de Pozuelos se sitúa en una margen de la Cañada Real Soriana, a mitad de la cuesta que desciende. Lo fotografié por que me gustan. Son algo así como trofeos. Prácticamente no hay dos iguales. Los reconoces por intuición. este ofrece dudas por que parece pequeño. Pero podría tener una anexo subterráneo. Pero, ¿que otra finalidad podría tener la construcción? No es una vivienda, ni un transformador eléctrico. Si fuera la otra Castilla lo mismo sopesaría unos segundos la idea de que fuera un palomar. Pero entonces se situaría en la planicie, en mitad de un campo de cultivo. No, es un depósito, hagánme caso queridos lectores. Los conozco bien, me las he tenido que entender con ellos innumerables veces. Preveo sus movimientos, conozco sus intenciones. Un depósito de agua cuadrangular y pintado de azul. Este no lo tenía en la cole.
203.4.- Etapa 11 del CN del Guadiana. Vista de Pozuelos de Calatrava desde la Cañada Real Soriana (Ciudad Real).
El color gris azulado del camino y su textura, como dibujado con tiza. El colo miel de los pastizales agostados. El pueblo al final del sendero, el regalo de ver la meta, el cielo azul en calma. Bajar la cuesta con la seguridad de haber cumplido un objetivo, al menos uno. Con paso triunfante, deteniéndome a cada rato, como un general romano en un entrada con honores en la urbe. El hambre, el sudor, el cansancio, lo monótono de la tarea a veces, nada importa cuando se cierra una etapa. El sendero es como una flecha certera que impactara donde se había apuntado. Pozuelos de Calatrava, dormitando al pie de la colina, entre el cementerio y la campiña, entre el sustento para la vida y la meta de ese viaje. Solo un anciano que leía el periódico en el umbral de su casa advirtió mi llegada. Luis Felipe ad Portas. Tome posesión de plaza, y partí hacia el trazado de la siguiente etapa.
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