jueves, 16 de junio de 2011

127.- Ermita de Santa María de las Besses, en Cervià de les Garrigues (Lérida)



127.1.- Ermita de Santa María de las Besses, en Cervià de les Garrigues (Lérida).

Santa María de las Besses es una ermita situada a 3 tres kilómetros de Cervià de les Garrigues, donde dormí la noche previa al trabajo. Está ubicada en lo alto de una pequeña colina, junto a un antiguo poblado, ahora en ruinas, que ocupaba la orilla del Río Set. El pequeño edificio fue restaurado en 1973. Ahora se pretende mejorar su acceso y crear un parking para que los excursionistas de fin de semana puedan visitar la iglesia. Comencé el día conduciendo entre la niebla camino de L'Albages y lo acabé subiendo a aquella loma sofocado por el calor, a pesar de no haber acabado aun enero. Era mi último objetivo del día. No más de 7 horas llevaba sobre el terreno. Momento: 30 de enero de 2009.



127.2.- Ermita de Santa María de las Besses, en Cervià de les Garrigues (Lérida).


Varias cosas conspiran para que la foto me ponga nervioso. El ermita fabricada con piedra arenisca está bien encuadrada, pero el ciprés que hay junto a ella casi se sale del encuadre. Que quede aunque solo sea la sospecha de que el árbol no está totalmente incluido en él es suficiente para ponerme nervioso. Odio las imágenes que decapitan elementos esenciales de la composición. Además, esa furgoneta parece un anacronismo, como ver en una película "de romanos" a un centurión portando en la muñeca un reloj pulsera. tras fotografiar las ruinas de Besses convertidas en ambientación para el merendero situado junto al río tomé rumbo a casa. Para a comer en un restaurante de carretera cerca de Cerviá, donde nadie quiso utilizar el Castellano para hablar conmigo. La carta al menos era trilingue. Estaba escrita en Catalán e Inglés. El tercer lenguaje era el del cómic. Unos dibujos junto a su denominación en aquellas dos lenguajes daban una pista de la identidad de los platos a aquellos españoles que por allí se dejaran caer.



127.3.- Ejemplar de pino carrasco con porte en bandera (Les Garrigues - Lérida).

No quería acabar la selección de imágenes de este viaje sin incluir ésta que tanto me gusta. Una cosa curiosa de las masas de pino carrasco es que los árboles tienden a eliminar la parte de sus frondas que queda en el interior de las mismas, de forma que con el tiempo, cuando los árboles han alcanzado la madurez y se tocan con sus copas solo el contorno de la masa está vivo. Eso explica el porte en bandera del ejemplar de la derecha, que ha perdido las ramas en la zona de contacto con su compañero. En la alta montaña, en las zonas de páramo o de puerto, donde el viento sopla con fuerza, los pinos también adquieren porte en bandera, pero en este caso porque el viento es muy desecante y solo son capaces de sobrevivir las ramas protegidas del mismo por la propia copa del pino. El efecto con los años, tras crecer en una sola lentamente pero d forma constante en una sola dirección es la creación de un porte en bandera. La copa del árbol flamea como una bandera movida por el viento, parece ser producto de su gélido soplo, que la ha movido la copa en una dirección y la ha congelado.

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