miércoles, 27 de octubre de 2010

33.- Rodal de pino carrasco (Pinus halepensis) junto a la AP-7, en Almenara



33.- Rodal de pino carrasco (Pinus halepensis) junto a la AP-7, en Almenara

Claro que sí, árboles alineados, como si estuvieran en formación en el patio de armas para iniciar la instrucción, su forma de agruparse delata el origen del rodal de pino en una plantación. ¿Que se puede decir del pino carrasco? Pues que sus masas constituyen la última frontera en el paisaje arbolado de España. Esta especie es capaz de vivir en unas condiciones que no soportaría ninguna otra especie arbórea creadora de bosques. Siquiera la encina. En ocasiones se le obliga a medrar en condiciones tan extremas que unos cuantos años con calor superior al habitual o con cierta sequía amenazan con "llevarse por delante" masas que ha costado décadas crear. El Monte de Torrero en Zaragoza capital es un buen ejemplo de esto. Con el calor, la falta de precipitaciones, y para complicar aun más las cosas, el viento incesante, apenas hay posibilidad de plantar árboles con fines forestales en el entorno de la ciudad. La idea en su momento fue poner en riego los pinares de este parque. No se a los demás, pero mi regar los pinos me parece casi un contra-Dios. En Murcia pasa algo parecido. Los pinares debilitados son presa fácil de esos "marditos roedores" de la madera viva, los escolítidos (Tomicus destruens. Ips sexdentatus), capaces de devorarlos por dentro hasta dejarlos muertos en pie. Cuanta maldad puede haber encerrada en un pequeño escarabajo. Pero estos árboles parecen sanos, ni siquiera dan muestras del ataque de la procesionaria. Aquí me quedo ensayando una de las suertes que más me gustan y me divierten, retratar el arbolado desde dentro. Una pequeña confesión, el suelo está inclinado en la imagen y los árboles rectos. En la realidad era al revés. Aunque todo es relativo, supongo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario