domingo, 25 de diciembre de 2011

245.- Etapa 14 del CN del Guadiana. Subida a la Peña de los Gavilanes (Puebla de Don Rodrigo)



245.1.- Etapa 14 del CN del Guadiana. Vista de las masas de pinar en la subida a la Peña de los Gavilanes (Puebla de Don Rodrigo - Ciudad Real).

La cuesta era empinada pero el camino seguía siendo bueno. Por fin me sentía feliz con aquel trabajo que me hacía recorrer caminos de quinta. Llevaba realizadas en dos kilómetros de etapa decenas de fotos. No hacía más que parar y fotografiar pinos. Cada curva era un mirador propicio. Y, de repente, tras realizar quien sabe cuantas fotos desde un recodo del camino, borracho de paisajes, el Peugeot 206 no me quiso arrancar cuando le pedí que me llevara el siguiente lugar. Doy mi palabra de que la desesperación tardó mucho en llegar. Lo primero que hice fue pensar en positivo. Podía ser que se hubiera ahogado el coche. Eso puede pasar. Bueno, a mi no me ha ocurrido nunca, pero una opción mejor que dar por sentado que se me había roto el coche. Le di tiempo a que reaccionara, subí hasta la Peña, fui adelantando trabajo. Iban quedando pocas horas de luz. Saque otra serie de fotos desde la curva de la masa de pinos, me subí al coche y este no quiso reaccionar. Llevar una grúa hasta allí era casi una locura. Tal vez no quisiera el seguro, tal vez hubiera una cláusula que les evitase socorrer imbéciles en lo profundo del territorio forestal. Además, no había espacio suficiente para que me adelantase, el barranco estaba relativamente cerca, a la izquierda. Aun así llamé al seguro. ¿Qué otra cosa podía hacer? Y quienes me atendieron fueron amables y soportaron mi angustia, mi torpeza al insistir una y otra vez en que estaba en Puebla de Don Fabrique. Me cité con el de la grúa en la carretera, en el inicio del sendero forestal, a dos kilómetros y pico del coche. No tardó mucho, quizás una hora y media. Aquella tarde toqué fondo, aunque por efecto retardado no lo supe hasta hace apenas una semana. Me acababa de quedar sin coche, con un seguro a terceros que no me cubría los gastos de reparación, sin un euro en el bolsillo. Y justo cuando estaba disfrutando por fin. Verde oscuro en los pinos y amarillo mostaza en en los tomillos. Al menos las fotos habían merecido la pena. Momento: 14 de septiembre de 2011.



245.2.- Etapa 14 del CN del Guadiana. Vista de las masas de pinar en la subida a la Peña de los Gavilanes (Puebla de Don Rodrigo - Ciudad Real).

Esta serie creo que la tomé después de saber que tenía el coche averiado. No me llegó el desánimo hasta aquella noche en el hotel. Entiendo que es difícil de entender, que haya quien piense que exagero, pero en situación casi de ruína buena parte de las ganancias de aquel trabajo, bastante duro por cierto, se iban a ir en el arreglo del coche. Debí exigir un todo terreno desde el principio, aquellos caminos no eran aptos para un turismo, pero soy de esas personas que siempre se avienen si no tiene claro que lo que les proponen no es razonable. me aseguraron que eran caminos transitables, y desde luego aquel en que mi coche se había quedado tirado lo era. Podía haberse averiado en mil sitios peores que aquel. Pero lo hizo en un camino forestal, que discurría por parajes recónditos y poco o nada transitados, pero con buen firme. Al menos la aseguradora no iba a poder alegar imprudencia. Cuando llegó la grúa conduje al conductor hasta el lugar de la avería. Pensé que se le presentaba un problema irresoluble. Ciertamente no podía adelantar mi vehículo para situarse delante. En vez de eso giramos el coche 180 grados, a pulso, sudando como animales, y lo conducimos de morro hasta el inicio de la cuesta. De camino al hotel pacté con la aseguradora una salida honrosa. Me pagaron el billete para el AVE a Madrid y el taxi hasta la estación de Ciudad Real, a unos 30 kilómetros de Piedrabuena, el lugar donde pernoctaba. El coche tardo unos 10 días en hacer ese camino y al final resultó tener únicamente la batería descargada. Ahora vive un medio retiro, sin trabajo que hacer y sin que lo use para nada. Lo cierto es que lo he utilizado más para hacerle de chófer a mi ex que para mi uso particular, en el escaso kilometraje que no puedo considerar como trabajo. la última tarea fue un viaje al IKEA de San Sebastián de los Reyes para comprar las camas de su nuevo piso. Para ella y sus compañeras. Creo que será el último servicio.



245.3.- Etapa 14 del CN del Guadiana. Meseta frente a la Peña de los Gavilanes (Puebla de Don Rodrigo - Ciudad Real).

Mientras le daba tiempo al coche a que recapacitase decidí seguir trabajando por si luego todo acababa felizmente no haber perdido el tiempo de espera. Subí hasta la meseta situada junto a la Peña de los Gavilanes, cubierta de arbolado con edad ya madura. Árboles de fustes esbeltos por haber crecido en espesura. La sombra fomenta el crecimiento y el sol la fructificación y el engrose. Son pinos piñoneros (Pinus pinea) con su característica corteza gris, agrietada. Algunos ejemplares del fondo presentan el tronco de color rojo salmón, típico de los pinos silvestres (Pinus sylvestris), pero podría ser un efecto de la luz, ya que no me cuadra del todo la presencia de la especie en esta masa. Lo dejo solo como posibilidad, aunque viendo la foto en detalle parece más que factible.



245.4.- Etapa 14 del CN del Guadiana. Cortafuegos junto a la Peña de los Gavilanes (Puebla de Don Rodrigo - Ciudad Real).

Recorrí el camino que discurría por la meseta, entre los pinos, hasta llegar a un cortafuegos, que seguía, como es preceptivo, la línea de máxima pendiente. Perfectamente cuidado, sin vegetación arbustiva o arbolado incipiente, y con el firme transitable, habría sido pan comido para mi coche. En mucho peores nos habíamos visto. Al final de la cuesta se adivina en la imagen la Peña de los Gavilanes. En el borde izquierdo del cortafuegos hay una señal que indica que el sendero improvisado, aunque bueno, pertenece al Camino Natural del Guadiana, con el rojo granate característico de esta red de senderos de gran recorrido habilitada por el Ministerio de Medio Ambiente.



245.5.- Etapa 14 del CN del Guadiana. Cortafuegos junto a la Peña de los Gavilanes (Puebla de Don Rodrigo - Ciudad Real).

Aunque esta imagen sea el reverso de la anterior, el mismo cortafuegos visto hacia abajo de la ladera, hay una diferencia de dos días. La profundidad de campo de la foto es excepcional. La longitud del sendero puede que sea de dos kilómetros, y al fondo pueden verse las montañas que quedan en la otra ribera del Guadiana. Quien tuviera tiempo y compañía para volver a este lugar y recorrer los senderos forestales. Son muchos los lugares cercanos que con tiempo y sin obligaciones habría visitado. Me intriga saber que hay en el otro extremo de camino, si este acaba abruptamente o se prolonga hasta la carretera N-430 que discurre al pie de la Sierra de Saceruela. No vi un alma en aquellos dos días, a pesar de la existencia del albergue juvenil. Lugar olvidado, donde La Mancha cambia de rostro y comienza a parecerse a Extremadura.

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