sábado, 31 de diciembre de 2011

250.- Avenida Diagonal número 211 (Barcelona)



250.1.- Avenida Diagonal número 211 (Barcelona).

La Torre AGBAR ocupa el número 211 de la Avenida Diagonal, muy cerca de la Plaza de Les Glories, un horrendo nudo urbano de carreteras, algo así como un Scalextric de los que aun quedan vestigios en Madrid, pero mucho gran grande, feo e inexplicable. Todo lo que queda a espaldas de la torre es un barrio industrial con aspecto de estar agonizando. La Avenida Diagonal es un oasis de belleza en una zona carente de estética. Algunos edificios oficiales empiezan a colonizar las primeras manzanas, pero parece que será una conquista que llevará su tiempo. Un barrio tranquilo, en declive es también una ventaja para quien toma fotos, porque se verá menos mediatizado por la injerencia de personas y, sobre todo, de vehículos. Las palmeras dan un toque muy exótico al lugar para alguien que procede del interior. Los plátanos del bulevar, que algo tapan el espanto de la Las Glories, me recuerdan las semejanzas de Barcelona con Madrid. Este árbol fue durante años la especie estrella en la ornamentación urbana de calles. Estamos en el último día de diciembre y aun conservan su hoja. Bravo por ellos. La humedad de la lluvia parece barniz sobre las aceras y el mobiliario urbano. He acabado casi mi trabajo. Perdida la referencia del mar, de la Ronda de Dalt y de la línea de alta velocidad me resigno a tomar un taxi para acercarme al lugar del otro proyecto. Voy bien de tiempo. Pero solo me espera el tren de vuelta a Madrid. Nadie me echa de menos. Momento: 1 de diciembre de 2010.



250.2.- Avenida Diagonal 211 (Barcelona).

Un año después no hay diferencias sustanciales entre un 31 de diciembre y el otro. La misma sensación de depender de un pequeño milagro para escapar de la angustia. Que ella me hable. Curiosamente dos mujeres distintas, pero la expectativa es la misma. Ayer y hoy he tenido sueño agitado. Soñé con ella, con al ella de ahora. No recuerdo los sueños, pero no eran positivos. El tiempo de las esperanzas caducó en el calendario. 250 entradas quizás sean suficientes. Empecé en Barcelona y acabo en la misma ciudad. Estoy cansado de todo hasta el hastío. Sobre todo de mi mismo. El blog se va tiñiendo de tristeza poco a poco y no era ese un objetivo. Del otro blog pudiera ser que si, porque escribir es una forma de terapia, y por lógica ésta no se necesita cuando estás bien. Si quizás expresar algo que necesitas compartir, a veces alegre. Me enredé esta vez en una torpe esperanza. No se donde tenía la cabeza. Creo que es el momento del silencio. Sí, puede que sean palabras producto de la resaca de tristeza. No recuerdo un fin de año más estúpido que el de ayer. O peor, quizá recuerdo muchos que podrían hacerle la competencia. Todo tiene un principio y un final. Hagamos que el blog perdure en la memoria. O, mejor, olvidémonos de él y de esta sensación de derrota. Cierro por derribo. me hubiera gustado seguir pero no hago más que repetirme. Hace tiempo que escribo en círculos, que camino sin rumbo y regreso una y otra vez al punto de partida. Cientos de lugares expuestos y comentados porque quizá yo aun no he encontrado el mío, una parcela de realidad que reclamar como propia. Y ya han sonado los tres avisos. Escribir para alguien y que no te lea, saber que hace tiempo que dejaste de incitar su curiosidad, si es que una vez la hubo. Dudar de todo menos de su mirada que reposa en otros ojos que no son los tuyos. Tristeza, mucha tristeza para acabar esto, y ni siquiera sentir pudor por el bochornoso espectáculo.

Joaquín Sabina - Cerrado por derribo

Bio de Twitter: Creo que mi biografía la empezó a escribir ella. Pero la dejó inconclusa. Todo lo que vino después han sido solo (torpes) intentos de escribir imitando su letra.

2 comentarios:

  1. Pues a mi no me da la gana de que te rindas, que quieres que te diga...este año no tiene porqué ser como los anteriores, de hecho, no lo va a ser...porque no nos da la gana...

    Bss.

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  2. Vale, aquel día estaba realmente mal. Últimamente he perdido a gente muy importante en mi vida. Casualmente, hoy, el día que tengo tiempo para contestarte, tampoco ando muy sobrado de empuje, pero esta vez es más que nada por la fiebre. Seguramente cualquier día de estos seguiré con el blog. Cuando tome aire. Cuando las pérdidas se asimilen y la melancolía mute dentro de la crisálida en otra cosa. lo que sea que quiera el futuro. Por cierto, te agradezco tu preocupación y tu ánimo. Cuan apreciada eres por mi corazón, mujer libanesa.

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